jueves, 1 de septiembre de 2016

La tragedia sobrevuela el Polideportivo Municipal de Villa del Río.

 

Accidentada edición de un Trofeo Matías Prats que no llegó a su fin.

 

Villa del Río C.F. 2  Urgavona C.F.  1

 

Villa del Río- José Carlos, Rubio, Zamora, Madueño, Obregón, Cris, Porfi, Celso, Puyer, Diego Aguilera y José Luís. También jugaron: Fran Elena, Salva, Germán, Mariano y Luís Elena .

Urgavona- Antonio, Rafilla, Jonás, Pedro, Micro, Esteban, Juanillo, Bonachela, Manu, Rubén y Marcial. También jugaron: Castillo, Fran, Luque, Iván, Félix y Alberto..

Árbitro: Daniel García Cordobés de la Delegación cordobesa. Estuvo asistido en las bandas por Rodríguez Vílchez y Matías Caballero. Amonestó a los locales Porfi, Cris y Fran Elena y al visitante Esteban.

Goles-  0-1 (min. 18) Manu  1-1 (min. 20)  Porfi  2-1 (min. 32) Puyer

 

Incidencias- Unos doscientos espectadores se dieron cita en el Polideportivo Municipal, entre ellos un nutrido grupo de aficionados jiennenses.

 

Comentario y Fotografías- FRANCISCO J. GARCÍA

 

Transcurría el minuto 78 de partido cuando en la disputa de un balón aéreo, chocaron las cabezas del local Madueño y el visitante Castillo. La violencia del impacto fue brutal, tanto que los dos jugadores cayeron al suelo de manera fulminante. Madueño sufría una brecha en su cabeza que le hacía sangrar abundantemente, pero de inmediato cundieron las alarmas ya que el jugador jiennense no solo tenía perdido el conocimiento sino que en el acto instintivo de respirar, terminó por tragarse su propia lengua. Los gritos de auxilio, las caras de estupor y el miedo se apoderaron al instante de los integrantes de uno y otro equipo. De entre el público se ofrecieron de inmediato, dos enfermeras del Hospital Alto Guadalquivir de Andújar, Lola y Mari Ángeles, que iniciaron las tareas de reanimación. El objetivo primordial era extraer la lengua del jugador de su garganta ya que le podía causar una asfixia inmediata. La boca cerrada y la mandíbula presionada, dificultaban todavía más la acción. Fueron unos minutos de angustia colectiva. Y ahí resultó definitiva la valentía del propio árbitro que con la ayuda del jugador local Chiqui, procedió a meter sus propios dedos en la boca del afectado, para retornar la lengua a su posición natural y así evitar el taponamiento de las vías respiratorias. Tal fue la complicación de la acción que García Cordobés sufrió un pequeño corte en uno de sus dedos por la acción de los dientes del propio Castillo. Con las vías respiratorias liberadas, el jugador poco a poco fue recuperando la consciencia mientras llegaron los sanitarios que evacuaron al jugador en ambulancia a la Ciudad Sanitaria Reina Sofía de Córdoba, donde tras serle realizadas varias pruebas diagnósticas y permanecer en observación durante varias horas, recibió el alta a las cuatro de la madrugada. Actualmente se encuentra en su domicilio, guardando reposo absoluto, pero con una evolución favorable.

 

 

Lógicamente, tras lo vivido, el fútbol quedó en un segundo plano y con muy buen criterio por parte de García Cordobés, el partido se dio por concluido, hecho que apoyaron ambos equipos. En pleno siglo XXI en el mundo del fútbol la mayoría de clubes disponen de las tecnologías más modernas, informáticas y materiales, por el contrario, en ninguno de los dos botiquines había una cánula de guedel, ese tubo de plástico tan preciso en situaciones como ésta.

Por tanto la ILIX edición del Trofeo Matías Prats, se quedó incluso sin la entrega de los trofeos. El mayor logro para todos, fue el no tener que lamentar una desgracia personal de mayor envergadura.

 

 

En cuanto al desarrollo propio del partido, comentar que ambos conjuntos afrontaron la cita con tanta motivación como intensidad. Parecía un envite de competición oficial ya que nadie otorgaba la más mínima concesión. Tras un primer aviso visitante, con un remate de Rubén al palo de la portería de José Carlos llegaría el gol jiennense, obra de Manu que supo transformar con acierto un libre directo desde la frontal del área. Pero la ventaja visitante fue efímera ya que dos minutos después, Porfi con un remate seco desde dentro del área, reestablecería las tablas en el marcador.

El Urgavona trataba de acaparar la posesión del balón y su principal vía de peligro llegaba por la banda derecha con las internadas de Rafilla. Pero curiosamente quien marcaría de nuevo sería el Villa del Río por mediación de Puyer que supo aprovecharse de varias indecisiones defensivas.

Tras el descanso y con el paso de los minutos, entre el cansancio acumulado y los numerosos cambios realizados, el juego decayó muchos enteros. Ya se jugaba a un ritmo mucho más lento. Los jiennenses apoyados en un muy buen centro del campo, movía la pelota con fluidez, ante un Villa del Río que optaba por permanecer agazapado en su parcela, cerrando todas las posibles vías de entrada rival.

Marcíal pudo empatar en el minuto 54, pero hizo lo más difícil, superar a Chiqui en su salida, pero falló en la ejecución del remate que fue cruzado en exceso. Otra acción muy similar fue la que dispuso su compañero Iván, que supo leer la cesión de Fran Elena a Chiqui, para interceptar la misma, pero su definición no fue la más precisa.

 

 

Los minutos pasaban y el Villa del Río parecía condenado a sufrir ya que el balón era monopolizado por su oponente y apenas creaba peligro sobre la portería de Fran.

Hasta que una accidentada jugada provocó el inesperado desenlace final. Un desenlace que afortunadamente quedará en una desagradable anécdota para sus protagonistas. Aunque para protagonistas y héroes del partido, sin meter un gol, las hermanas García García (Lola y Mari Ángeles) y Daniel García Cordobés, su arrojo y su decisión, evitaron una tragedia.